Vida de pueblo

Hoy se cumplen dos meses de haber llegado aquí. Es raro porque es muy poco tiempo pero también siento que me fui de Buenos Aires hace muuuucho... Los tiempos internos no siempre coinciden con el calendario.

Hoy sólo tengo una corta reflexión. Así como hay cosas que amo de Tamarindo, hay otras que no tanto. La vida de pueblo puede ser un tanto difícil para mi.

En Tamarindo, como todo pueblo, un martes tenés una reunión de trabajo y esa misma noche, te vas a tomar una cervezas y plop. ahí está, pegado a la barra en actitud de levante.

En el caso de Wayra, la escuela donde enseño por las mañanas, es aún más raro. Me he encontrado con un alumno en la playa mientras corría toda transpirada y agitada. A él no pareció molestarle.

O bien, dejas de salir con alguien y luego te lo cruzas en el supermercado, en la calle, en un bar y quien sabe donde más...

Los dejo, me tengo que ir a una reunión con un potencial cliente. Seguro que mañana lo veo en cueros hecho milanesa en la playa.  

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