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Mostrando entradas de febrero, 2015

Curso acelerado de apertura mental

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Tamarindo te brinda la posibilidad de hacer un curso acelerado en apertura mental.  La vida pueblerina tiene sus desventajas, comentadas en la anterior entrada, pero también cuenta con algunos encantos. Uno de ellos es que rompe con las estructuras mentales de personas estructuradas como quien suscribe.  La lógica de este tipo de pueblos demuestra que todo se mezcla y se da al mismo tiempo.  Ayer nomás me reuní por trabajo con una persona que había conocido de forma casual en un evento de recaudación de fondos. Esa misma noche me la encontré en uno de los bares cerca de casa.  Además, como es amiga de un par de personas que conocí acá  me la encuentro seguido y se convirtió en una buena consejera. Si querés romper con prejuicios y estereotipos, ¡venite a Tama! Podrás conocer italianos tímidos y retraídos, americanos que hablan bajito, franceses que no saben cocinar y suizos impuntuales.  Lo mismo con las profesiones. Tenés chefs trabajando como administradores, publicistas vendien

Vida de pueblo

Hoy se cumplen dos meses de haber llegado aquí. Es raro porque es muy poco tiempo pero también siento que me fui de Buenos Aires hace muuuucho... Los tiempos internos no siempre coinciden con el calendario. Hoy sólo tengo una corta reflexión. Así como hay cosas que amo de Tamarindo, hay otras que no tanto. La vida de pueblo puede ser un tanto difícil para mi. En Tamarindo, como todo pueblo, un martes tenés una reunión de trabajo y esa misma noche, te vas a tomar una cervezas y plop. ahí está, pegado a la barra en actitud de levante. En el caso de Wayra, la escuela donde enseño por las mañanas, es aún más raro. Me he encontrado con un alumno en la playa mientras corría toda transpirada y agitada. A él no pareció molestarle. O bien, dejas de salir con alguien y luego te lo cruzas en el supermercado, en la calle, en un bar y quien sabe donde más... Los dejo, me tengo que ir a una reunión con un potencial cliente. Seguro que mañana lo veo en cueros hecho milanesa en la playa.  

Desear

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El 4 de noviembre pasado escribí un correo desde Buenos Aires al Instituto de Enseñanza en español Wayra de Tamarindo. Allí decía: “Soy licenciada en comunicación social y dirijo mi propia consultora en Buenos Aires. Les escribo para que por favor me cuenten un poco cómo funciona WAYRA ya que me interesa poder ofrecer parte de mi tiempo para enseñar el idioma español. No soy docente pero mi trabajo de comunicadora me ha dado muchos recursos didácticos”. Al día siguiente que llegué a Tamarindo, el 11 de diciembre, los fui a ver y me tomaron una prueba. A la semana volví y me dijeron que en caso de que se abriera una vacante, me tendrían en cuenta. Wayra queda a dos “cuadras” de mi casa y es el paso obligado para ir a la playa o al pequeño “centro”. Cada vez que pasaba veía el cartel y pensaba: “yo quiero trabajar ahí” o “cómo me gustaría probar ser profesora de español una vez en la vida”. Antes de la navidad fui a saludar y hablé con su directora. Le confirmé mis ganas de recibir en