Desear

El 4 de noviembre pasado escribí un correo desde Buenos Aires al Instituto de Enseñanza en español Wayra de Tamarindo. Allí decía: “Soy licenciada en comunicación social y dirijo mi propia consultora en Buenos Aires. Les escribo para que por favor me cuenten un poco cómo funciona WAYRA ya que me interesa poder ofrecer parte de mi tiempo para enseñar el idioma español. No soy docente pero mi trabajo de comunicadora me ha dado muchos recursos didácticos”.
Al día siguiente que llegué a Tamarindo, el 11 de diciembre, los fui a ver y me tomaron una prueba. A la semana volví y me dijeron que en caso de que se abriera una vacante, me tendrían en cuenta. Wayra queda a dos “cuadras” de mi casa y es el paso obligado para ir a la playa o al pequeño “centro”. Cada vez que pasaba veía el cartel y pensaba: “yo quiero trabajar ahí” o “cómo me gustaría probar ser profesora de español una vez en la vida”. Antes de la navidad fui a saludar y hablé con su directora. Le confirmé mis ganas de recibir entrenamiento para no docentes y así poder enseñar allí.
De muy chica fantaseaba con ser maestra. Recuerdo que simulaba dar clases frente a mis muñecas y peluches. Me encantaba la idea. De más grande, no lo pensé como profesión porque me gusta mucho la comunicación pero siempre pensé en dar clases. Di apoyo escolar un par de veces en un hogar de la Parroquia del Socorro pero me quedé con ganas de más. Y ahora acá, dejé bien en claro mis deseos y propósito y lo solté... Dejé que pasaran los días, me dediqué a armar reuniones para okpress, disfruté de la playa y de mi nueva vida hasta que un día me llamaron para ofrecerme hacer el curso y luego, enseñar part time.
Hoy les puedo decir que ya tuve mi primera semana como profesora del idioma español como segunda lengua. Mis alumnos son estudiantes jóvenes, promedio 21 años, y por lo general son de Suiza ya que uno de sus dueños es de allí. Vienen a casas de familias ticas o bien a las residencias que le ofrece Wayra. Se quedan un par de semanas para mejorar su español.
La semana del 20 al 27 de enero tuve la inducción donde repasé contenidos sobre gramática y verbos. También me instruyeron acerca de cómo llevar adelante una clase. El curso me lo dio un profesor que vino de San José, Gonzalo, que hace mucho tiempo enseña español e inglés a extranjeros. Fue intenso ya que duraba todo el día.  
La semana pasada empezaron mis clases, me tocaron cuatro alumnos, tres chicas suizas y un alemán: Sarah, Valeria, Lucienne y Mark. Me encantó. Todo es nuevo para mí, desde preparar las clases hasta evaluarlos. La verdad es que estoy muy contenta. Desde que empecé, estoy tratando de mejorar la forma en lo que me expreso, utilizando lo que enseño. Además, es un repaso de temas vistos en el colegio y en la facultad. Volver sobre lo que aprendí y pensar el idioma desde otro lugar. No se permite usar otro idioma que no sea el español así que todo tiene que ser resuelto en mi idioma materno. Doble desafío ya que lo más sencillo es traducir.
Los temas que me tocaron son: pretérito simple e imperfecto, futuro simple, condicional y preposiciones. Además me pidieron que trate de suavizar el sonido de la forma de pronunciar la “ll” y la “y” ya que los chicos están acostumbrados a escuchar a profesores locales.  Ya me reuní con los otros profesores y la verdad es que se mostraron solidarios para ayudarme en lo que necesite. Un lujo. Estoy muy agradecida.
Ya saben, ojo con lo que deseen que se les puede cumplir en el lugar menos pensado.


Mis primeros alumnos. Gracias. 

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